¡ESTAS A TU MEDIA NOCHE!!!
Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios;
y los presos los oían. (Hch 16:25)
y los presos los oían. (Hch 16:25)
La
noche representa oscuridad, situaciones difíciles, abrumadoras, que te abrazan
asfixiándote, que te inhabilitan, para que no avances, para que dejes de
proseguir.
Pero también cuando la noche
tiene el momento más oscuro de la noche
es justo antes del amanecer
La oración representa guerra espiritual, pero la alabanza
constituye victoria espiritual. Siempre que alabamos, Satanás huye; por eso, él
detesta nuestras alabanzas.
1. Él hará uso de todos sus recursos a fin
de impedir que alabemos a Dios.
a.
Los hijos de Dios son dementes si cesan de alabar a Dios cuando
enfrentan adversidades y se sienten oprimidos. Pero a medida que conocen mejor
a Dios, descubrirán que aún una celda en Filipos puede ser un lugar para
entonar cánticos (Hch. 16:25).
b.
Puede ser un lugar, donde
ver a Dios obrar, ver la gloria de Dios
c.
Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios;
y los presos los oían
d. Pablo y Silas alababan a Dios desde su celda. Sus alabanzas causaron que se abrieran todas las puertas de la cárcel en la cual se encontraban.
Hechos menciona dos solicitudes en
que las puertas de la cárcel fueron abiertas. En una ocasión fueron abiertas a
Pedro, y en otra, a Pablo. En el caso de Pedro, la iglesia oraba fervientemente
por él cuando un ángel le abrió las puertas de la prisión en que estaba y lo
liberó (12:3-12).
Y he aquí que se presentó un ángel del Señor, y una luz resplandeció en la cárcel; y tocando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos. (V7)
En el caso de Pablo, él y
Silas estaban cantando himnos de alabanza a Dios cuando todas las puertas se
abrieron y las cadenas fueron rotas. En ese
día, el carcelero creyó en el Señor, y toda su casa fue salva en medio de gran
júbilo (16:19-34).
Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios.(V34)
Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios.(V34)
2. Pablo y Silas ofrecieron
sacrificio de alabanza cuando estaban en la cárcel.
a.
Sus heridas aún no habían sido curadas.
b.
su dolor no había disminuido,
c.
sus pies seguían sujetos al cepo y
d.
estaban confinados a un calabozo del Imperio Romano.
1. ¿Qué motivo había para sentirse gozosos?
2. ¿Qué razón había para sentirse inspirados a cantar?
2. ¿Qué razón había para sentirse inspirados a cantar?
Sin embargo, en ese calabozo se encontraban dos personas de espíritus transcendentes, que lo habían
superado todo.
a.
Ellos entendían que Dios aún estaba sentado en los cielos y permanecía inalterable. Si bien era
posible que ellos mismos cambiaran, que su entorno mudara, que sus sentimientos
fluctuaran y que sus cuerpos sintieran dolor, aun así, Dios permanecía sentado en el trono.
b.
Él seguía siendo digno de recibir alabanza. Nuestros hermanos,
Pablo y Silas, estaban orando, cantando y alabando a Dios. Esta clase de
alabanza, que se produce como resultado del dolor y la aflicción, constituye un sacrificio de alabanza. Tal alabanza constituye una victoria.
c.
Al
orar, todavía estamos inmersos en nuestra situación. Pero al alabar, nos remontamos por encima de
nuestras circunstancias. Mientras uno ora y ruega, todavía sigue
atado a sus problemas; no logra librarse de ellos
d.
. Inclusive,
cuantas más súplicas elevamos, más maniatados y oprimidos nos sentimos.
2. Alabaron a Dios Antes de Ser Liberados.
Pero si Dios nos lleva a encumbrar
por encima de la cárcel, las cadenas, las dolorosas heridas del cuerpo, los
sufrimientos y la pena, entonces, ofreceremos alabanzas a Su nombre. Pablo
y Silas estaban entonando himnos; ellos cantaban alabanzas a Dios. Dios los
llevó a un punto en que la cárcel, la pena y el dolor dejaron de ser un
problema para ellos. Así que, ellos podían alabar a Dios.
Al alabarle así, las puertas de la prisión se abrieron, las
cadenas se soltaron y aun el carcelero fue salvo.
3. En muchas ocasiones, la alabanza es eficaz cuando la oración no ha dado resultado. Éste es un principio fundamental.
3. En muchas ocasiones, la alabanza es eficaz cuando la oración no ha dado resultado. Éste es un principio fundamental.
Si usted no puede orar, ¿por qué no alabar?
Después de todo, el Señor ha
puesto en nuestras manos este otro recurso a fin de darnos la victoria y
permitir que nos gloriemos triunfalmente.
Cuando le falten fuerzas para orar y su espíritu se sienta muy
oprimido, lastimado o decaído, alabe a Dios. Si no puede orar, trate de alabar.
Siempre pensamos que se debe orar cuando la carga es abrumadora, y que debemos
alabar cuando ella ha sido quitada de nuestros hombros. Sin embargo, le ruego
tome en cuenta que a veces la carga es tan pesada que uno es incapaz de orar.
Es en ese momento en que usted debe alabar. No es que alabemos a Dios porque no tengamos ninguna carga sobre
nuestros hombros; más bien, le alabamos debido a que las cargas nos abruman
sobremanera. Si se enfrenta a situaciones y problemas extraordinarios, se
encuentra perplejo y siente que se desmorona, tan solo recuerde una cosa:
“¿Por qué no alabar?”
He aquí una brillante
oportunidad: si ofrece una alabanza en ese momento, el Espíritu de Dios habrá
de operar en usted, abrirá todas las puertas y romperá todas las cadenas.
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