No debes menospreciar lo que hasta aquí Dios te ha dado, no deseche ni hables mal de lo que hoy tienes.
Haz
Declaración de victoria en tu vida, confiesa
celebra, confiesa y celebra porque ha
nacido la luz en la oscuridad y resplandece y puedes ver lo que no veías.
Tú tienes
que poner tus manos sobre lo que tienes hoy, quizás sean diez pesos, diez mil,
un pequeño negocio o un hijo pequeño, no importa.
“Tienes que poner tus manos sobre aquello que
tienes hoy”
Debes poner
tus manos sobre TU MATRIMONIO, SOBRE TUS HIJOS, sobre tus discípulos, Sobre el
ministerio, sobre la iglesia, sobre ese negocio, ese lugar, esa ciudad que
tienes hoy, háblele mientras le impone las manos… EL SEÑOR DUEÑO DE TODO ME A
CONCEDIDO TODO, LO QUE PIDA EN EL NOMBRE DE JESUS, Y ESTO ES MIO, Y PRODUCE, AL
UNO POR CIEN
Porque
lo que unges hoy va a ser desatado lo que
dice entonces la palabra sobre Eliseo en 2 Reyes 13:15-19. Puso sus manos sobre
las manos del rey. Reciba esto: el arco recibió
primero las manos del rey de Israel y sobre las manos del rey de Israel se
pusieron las manos de Eliseo. REVELACION:
Dios nunca pondrá las manos sobre lo
que tú no impones manos, Dios pondrá sus manos sobre lo que tu pongas tus manos
y Dios lo va a bendecir.
Si no pone
tus manos sobre tu casa y encima maldices, Dios no va a cambiar nada, pero cuando tú cambias y pone tus manos, las manos de Dios van a venir
en tus manos y tus manos van a ser las manos de Dios bendiciendo lo que tú
tienes ¡eso es lo que va a ocurrir!.
Tiene que
bendecir lo que Dios Te ha dado, así sea pequeño hoy. Cuando TU pones las manos
sobre lo que tienes hoy, Dios va a comenzar a bendecir lo que tu bendices, a
hablar sobre lo que tú hablas, a profetizar a lo que tu profetizas, comenzará Dios
a decir SI AMEN sobre lo que tú estás
decretando y hablando. Él pondrá sus manos sobre lo que usted ponga sus manos.
Porque no
bendecirá aquello que tu pateas y menosprecias. Tú tienes que amar y creer,
decir: “Dios me ha dado la palabra, el dinero y voy a pelear por mi casa,
porque es lo que Dios me ha dado a mí”. Siempre decimos: “Señor pon tus manos”.
Y Dios dice:
“Hasta
que no pongas las tuyas yo no pondré mis manos en eso”.
Tiene que
poner sus manos, entonces Dios pone las manos sobre sus manos, porque tus manos
te Dios dice: “son mis manos”. Si lo cree entonces será hecho. Nunca hable mal
de lo que tiene hoy, agradézcale a Dios por ello. Si solamente tiene un grano de trigo, ese
puede ser su mayor bendición mañana.
No hable
mal de sus hijos, usted no sabe cómo Dios los va a tocar y a cambiar. No hable
mal de ese negocio por el que aún sobrevive porque si lo bendice y lo ama Dios
lo va a reventar en bendición para usted. Como iglesia tienes que imponer tus manos,
y bendecir el vientre de las mujeres, bendecir las manos de los hombres para
ser fortalecidos. Cuando usted pone las manos Dios va abrir la bendición...
Abre
las ventanas de tu vida
Lo
siguiente que Eliseo le dijo en 2 Reyes 13:17: “abre la ventana, que da al
oriente”. El otro consejo es: no sólo ponga sus manos sobre lo que tiene, si no
que abra la ventana de su vida, de su mente ¡ábrala! No puede estar recibiendo
palabras revolucionarias de tal magnitud, y todavía seguir pensando “esto lo
tengo que analizar después”, en un momento dado tiene que abrir las ventanas de
su ser. Tiene que mirar las estructuras, los pensamientos que lo dominan o lo
dominaron y lo acusan diciendo: “no lo podrás
hacer”; Abra su mente, sea abierto a la revelación, a la unción.
Muchas
cosas no las entendí pero yo me abrí. Era sólo un sobreviviente NO VIVIA pero le creí a Dios y me abrí. Eso me
abrió las ventanas PARA ALCANZAR MÁS.